Los papás de Marroncito son dadaistas

Cuando cambia el modo de ver y sentir el mundo, también cambia la idea de qué es y de cómo es el arte. El arte a través del tiempo tuvo muchas variantes, corrientes filosóficas, movimientos extenuados, explicaciones incomprensibles. Una palabra y demasiados significados. Desde la “Venus de Willendorf” hasta la “Estatua de la Libertad” ha pasado mucha agua por debajo del puente y no hay manera de resumir “arte” a una sola y huérfana explicación. En cada época se expresó una forma de pensar y sentir. El increíble arte de los egipcios, por ejemplo el templo de Karnak en Luxor, o en el lejano oriente con los chinos y la dinastía Chang, pasando por Dibutsu en Japón y sus eternas estatuas conmemorando a Buda. Y Grecia, y Roma, sin palabras, lo mejor sin duda. Llegando a la edad media con el arte Bizantino, rico y suntuoso, una mezcla de los helénicos, romanos y orientales, ¿que te parece? Ni hablar del Romántico y el Gótico, construcciones que duraban mas de un siglo, imagínense la cantidad y variedad de artesanos que trabajaban durante tanto tiempo sin perder la idea y el sentido de la obra total, era una locura colectiva y anónima.

Más allá de estas épocas artística, que acabo de resumir, torpemente, en diez líneas mas de cuatro mil años de arte, debo decir que todo giraba en torno a una sola cosa (para bien o para mal, en realidad no lo se) su único fin era la religión. El centro motor que movía las sociedades era dios en todas sus expresiones habidas, ¿saben que? ¡Una cagada en realidad! ¿que el duomo de Milán? ¡una cagada!, ¿que los vitreaux del Notre-Dame? ¡una cagada!, ¿que la basílica de Santa Sofía de Constantinopla? ¡una cagada!, ¿y las pirámides de Egipto? ¿ah? ¡una cagada!, ay ay, “la Acrópolis de Atenas” ¡una cagada!.

Hasta que llego el Renacimiento, bautizado así por sus propios integrantes a diferencia del Gótico o Romántico denominados por historiadores o críticos posteriores. Los artistas renacentistas cambiaron la bocha y de ahora en más el centro del universo pasa a ser el ser humano. Lo científico, lo racional, lo filosófico, fueron moldeando una nueva postura creativa captando el mundo exterior y la belleza. Pero ¿saben que? a la nobleza del Renacimiento les encantaba rodearse de obras de arte y de artistas con el fin de que los inmortalizaran, y el arte paso a ser un objeto de exposición, una mercancía muy deseada y costosa. Para esa época la iglesia adquirió mucho poder económico y mandó a construir, entre tantas cosas, la monumental Capilla Sixtina en donde hoy vive Benedicto XVI, ¿saben que? una mierda el renacimiento. Reyes, príncipes, mecenas, todos egocentristas que lo único que lograron fue destruir con dinero y religión la inteligencia de los que pedían a gritos renacer.

Luego llega el Barroco, Rococó y el Manierismo, mas de lo mismo de lo cual no tengo ganas de recordar. Fueron un algo mas jugados, cambiaron las formas o desformaban, los colores, las luces, los cuerpos, la realidad ya no era lo mas importante y prevalecía mucho la visión fantástica, en fin ¿saben que? sigamos.

En el Romanticismo y el Neoclasicismo volvieron a la realidad. Que hincha pelotas que son, “huyamos” decían unos; “volvamos a la moral, el honor y el patriotismo” decían otros. Pero de esto surgió algo muy loco, una mezcla de los dos, y el famoso cuadro de Delacroix “La libertad guiando al pueblo” es una demostración de ello. En escena aparece un personaje fantástico (la libertad) mostrando las tetas y guiando a un grupo de pervertidos portando todo tipo de armas y caminando sobre los derrotados muertos, ¡que locurón mamita mía! ¿Que quisieron lograr o demostrar? ¿el honor, el patriotismo? ¿saben que? pienso que había muchas injusticias, desigualdades económicas, atrocidades humanas a la vista de todos y a nadie le importaba y estos tipos pintaban hombres y mujeres en bola ¿con que fin, cual era la razón que los motivaba en una sociedad tan corrompida por la monarquía, a nadie se le ocurrió a través del arte, no se digo yo, protestar?

Se anuncia el siglo XX y los artistas se fueron al campo a pintar, y había que pintar rápido ya que el sol, al ir cambiando de lugar, dejaba distintos tipos de luces y sombras, y así nace el Impresionismo, pinceladas yuxtapuestas, sin mezclar colores, no había tiempo, una cagada. Luego el postimpresionismo, algo parecido pero ya no se pintaba en el campo, y además afectado por el avance tecnológico y científico, una cagada. El Fauvismo y el uso intenso de los colores, una cagada. El Expresionismo y la exaltación dramática del color, una cagada. El Cubismo y el arte de representar objetos de diferentes puntos de vista en el mismo plano, una cagada. El Futurismo y la devoción ante la belleza de la velocidad y los modernos motores, ¿saben que? un recontracagadón.

Protestar es mostrar disconformidad, descontento u oposición, negar la aceptación, negar lo establecido, las normas que rigen este sistema. Por ejemplo: protestar contra el Gobierno, el Estado, el Capital/trabajo asalariado, las fronteras “nacionales”, la alienación religiosa y toda otra forma de dominación social, política, cultural, económica y mental de unos sobre otros en las múltiples formas (tanto “modernas” y capitalistas como “pre-modernas”) que a esta pueda dársele, protestar contra este “orden” que, pretendiéndose único, estático, omnímodo e invariable, esté (o quiera estar) por encima de la fundamentalmente heterogénea y cambiante voluntad de los individuos. Protestar es lo que realmente significa “entregarse entero”, y no la estúpida cursilería de que uno se entrega entero cuando ama. Hay muchas formas de protestar, pero creo que la mejor herramienta para este accionar es el arte, no existe nada en el mundo que perdure mas, que duela más, que nos haga pensar más, el arte nos hace salir a buscar cosas que desconocemos a lugares que ni siquiera sabemos si existen, todo pierde valor y nada tiene sentido ante una obra de arte que expresa a gritos el dolor de un pueblo, todo cobra sentido y restablece su valor si defendemos la protesta contra la injusticia, la discriminación, la insoportable desigualdad con una obra de arte.

Al estallar la 1° Guerra Mundial, muchos artistas provenientes de distintos países llegaron a Suiza huyendo del horror de la guerra, y se juntaban en un viejo café llamado Cabaret Voltaire, y en estas reuniones comenzó a gestarse un movimiento que ellos mismos llamarían “Dada” (La palabra “dada” alude, en Francia, a los primeros balbuceos de los bebés. Con esta palabra estos artistas querían expresar el absurdo, que la sociedad reflexionara sobre lo absurdo de ciertos valores que llevan a los hombres a matarse unos a otros). Este grupo estaba unido por una fuerte posición ideológica: el rechazo a la violencia y al uso de los avances tecnológicos con fines destructivos. Su propósito era cuestionar los valores tradicionales establecidos utilizando un lenguaje provocativo de ironía y humor generando distintas reacciones en el público para reflexionar sobre sus actos. Es la primera vez en la historia del arte que un movimiento se especializa en protestar contra la absurda incongruente sensatez de las personas. La obra que a mi más me conmueve, por su relevancia, cuestionamiento, olor, ironía y ridiculez, es la de Piero Manzoni titulada “merda d’artista” (no es necesaria la traducción), "contenido neto 30 gramos, conservada al natural, producida y enlatada en el mayo de 1961". El tipo se encargó de cagar dentro de noventa latas durante el mes de mayo de 1961, las latas se hicieron tan famosas que hoy ocupan lugar en los museos, en colecciones privadas de multimillonarios, en galerías de arte, en subastas con una base de 96.744 euros. Piero cumplió el objetivo, logró que la estúpida sociedad burguesa coprofagía, compre sus latas, ¿saben que? me imagino a un burgués intelectualoide intentando abrir una lata, no puedo parar de reír, ¿y saben que es lo peor de todo o que sería lo mejor de todo? que las latas no contengan nada, sería extraordinario, que hermosa forma de protestar. Un tipo paga millones para tener caca en una lata y resulta que la caca no está, mientras millones de niños en el mundo disparan armas de fuego para poder comer, aunque sea, caca. (Nuestro amigo Piero Manzoni nunca vio un peso proveniente de su flatulenta escatológica obra millonaria).

|

|

Vengo de un mundo marrón

Soy la unión de la luna y el sol

Yo vengo de un encuentro ancestral

Soy la chispa de un sueño de amor

(Miguel Simón)

Este es mi color, como lo que hay dentro de las latas de Manzoni, soy ridículo, ironico y absurdo. Está en mi piel, en mi pelo, en mis ojos, en mis manos, en la terrible necesidad de gritar las penas que nos hunden, aunque la expansión del titubeo se encuentre montada en el vacilar de mi lapicera al escribir esto. De mis entrañas fluye todo el odio y la bronca como un río que se va quedando sin orillas y se hace grande, se ensancha, para que todos sepan mi color, que es mi forma de protestar, ya pasó mucho agua por debajo del puente; ya se han comido la mayoría de las níspolas de aquel níspero y los frutos que quedan están muy alto, pues vamos a buscarlos, salgamos a la calle y mostremos lo que somos, no permitamos el idiota televisado dominio político cultural económico autoritario sin escrúpulos, sin vergüenza, sin más, es suficiente, ¿saben que? esto es lo que soy, soy marrón.

|

|

Agradezco profundamente a Ema Brandt, Patricia Berdichevski, Laura Bianchi y Mariana Spravki, por ayudarme incondicionalmente con este relato, aunque no estén de acuerdo ni en pedo con lo que pienso. Gracias

Dedicado a Flor Paez Molina y al Pato Ybañez (todavía no me convencieron)

|

Algunas fechas para recordar:

3/9 día del preceptor/a

4/9 día del secretario/a

11/9 día del maestro/a

13/9 día del bibliotecario/a

17/9 día del profesor/a

21/9 día del estudiante

(a ver si se acuerdan de saludarme en mi día)