viernes, 13 de marzo de 2009

Marrón ambición

¿Sabes que pasa en Tartagal? el río creció y se llevó al pueblo.
Suena triste.
"alguien enviará ayuda", pensás, mientras leés los mails o a este absurdo marroncito.
Entonces te podes ir a la puta que te parió.

Varias comunidades indígenas denunciaron ante la Corte Suprema que entre 2004 y 2007 la Secretaría de Medio Ambiente de Salta avaló 191 de los 195 pedidos de desmonte por un total de 807.509 hectáreas de bosque, y que estos desmontes están afectando seriamente su supervivencia.

En 2007, mientras en el Congreso se discutía la Ley de Bosques y para evitar la moratoria que dictaría la norma, el gobierno de Salta quintuplicó el promedio de autorizaciones de desmontes que permitirá la deforestación de más de 435.000 hectáreas.

Desastres ambientales como los de Tartagal demuestran lo que hace reato se viene advirtiendo: la deforestación destruye la biodiversidad, deja desprotegidos los suelos y altera la regulación natural de los ríos.

El tarado de Juan Manuel Urtubey, Gobernador de Salta, deberá presentar en marzo un mapa de los bosques de Salta que determine aquellas zonas que deberán protegerse y las que podrán desmontarse.
Suena simple.
“¿por que no lo hace?” pensás, mientras leés.

¿Alguna ves escuchaste la frase “oro verde” o “ambición verde”? Los desmontes no son porque si. La ambición de dinero lleva a la destrucción de bosques para la siembra de soja. ¿Y la frase “oro negro” o “ambición negra”? Aunque no lo creas se han descubierto yacimientos petrolíferos en la zona de Tartagal, para cavar hay que dinamitar el piso, el suelo es arcilloso debido a que son montañas muy nuevas del período terciario o cenozoico (y cuando digo nuevo digo 300 mil años, es lo mas nuevo que hay en Sudamérica en cordón montañoso) que todavía no están bien asentadas. El desmonte genera un cambio climático muy brusco que lleva a lluvias torrenciales, mucha agua en poco tiempo, por ende el crecimiento de los ríos, por ende el deslave y desmoronamiento de las montañas flojas, por un lado porque son nuevas y arcillosas y por otro por la repercusión de las dinamitas, por ende la devastación, inundación, saqueos, dengue y otras pestes, y por último la muerte de un pueblo que jamás supo de ambición verde o negra o de ningún color, solo marrón, oro marrón, ambición marrón.
Lodo marrón tapó tu casa, se llevó tu mesa, destruyó tu compu, mató tu hijos, desapareció tus abuelos, cagó tu vida. Los dueños del poder impunes. La “Ley de bosques”, ya sancionada, todavía sin aplicar.
Y vos ahí sentado leyendo y borrando mails.

Agradezco a Analía Utrera, a Homero Paz y a Flor Paez Molina
por la preocupación, por la información y por viajar.

lunes, 2 de marzo de 2009

Marroncito abriendo puertas

  • En la puerta de entrada al cosmodromo de Baicomur, Rusia, se lee: "Дверь в Звезды Открыта" (La puerta a las estrellas está abierta).
  • En Auschwits, Polonia, en la puerta de entrada al campo de concentración nazi dice: "Abreit Macht Frei" (La verdad os hará libres).
  • En la puerta de entrada a mi casa dice: 3241 "A".
  • En la puerta de Alcalá dice: Rege Carolo III - ANNO MDCCLXXVIII.
  • En la puerta del baño del bar Las Tipas: "Voy prendido del papel".
  • En la puerta de entrada al Vaticano de Roma, donde hoy vive Benedicto XVI, dice: Visita guiada €500.
  • En Cueta, en la Frontera Marroquí-Española, dice en unas de sus puertas: الجنود يموتون جنود للقتال (legionarios a luchar, legionarios a morir).
  • En unas de las puertas del muro que divide Israel y Palestina, controlada por Israel, hay un grafiti en el que se lee: "Palestine: you are not in disneylandia anymore" (Palestinos: no entrarán a disneylandia nunca mas).
  • En la puerta de entrada a la ciudad de Nueva Delhi, India, dice: "India" y a continuación todos los nombres de los soldados que murieron en la guerra afgana.
  • En la puerta de entrada al curso de 2º año de mi Escuela dice: "porro $2"
  • En el estadio Old Trafford, donde juega sus partidos el Manchester United, dice en la puerta de entrada: "Theatre of Dreams" (El Teatro de los sueños)
  • En Praga, en la puerta del Stavovské Divadlo (Teatro Estatal) dice: "Patriae et musis" (Patria y música)
  • En la puerta de entrada al metro de Chueca en Madrid dice con letras de muchos colores: "Orgullo Gay"
  • En la puerta de entrada a Kiberia, la villa miseria mas grande de Kenia y de Africa, donde viven 1.2 millón de personas, donde hay un baño por cada 1500 habitantes, donde el 30% está infectada de sida, donde hay solo 3 escuelas; hay un cartel que dice: "Welcome".
  • En la puerta de entrada al Palacio de Schönbrunn en Viena, Austria, donde no vive nadie, donde hay 1411 habitaciones, y que está valuado en €800 millones, dice: "Willkommen"
  • En la puerta de entrada al balneario de Coronel Pringles, Prov. de Bs. As. Argentina, que no vale nada y que no tiene ningún atractivo turístico, dice: "Bienvenidos".
  • En "La Ciudad Prohibida" de Pekín, China, dice en la Puerta Tian'anmen: "天安門" (Puerta de la paz celestial) a pesar de que este lugar haya sido el escenario de manifestaciones, masacres, revueltas, guerras, etc, a lo largo de la historia China; además dice: "中華人民共和國生活" (viva la República Popular China) y también: "單位在世界的鎮居住" (viva la unidad de los pueblos del mundo).
  • En la puerta de entrada a la casa de mis padres hay un letrero que dice: "Se mueve con mayor facilidad aquel que aprendió a bailar".

viernes, 5 de diciembre de 2008

Marroncito es mansero

Yo he visto a Roger Waters con el mejor sonido del mundo, he visto a Julio Paz del Duo Coplanacu con pulgas en la barba, he visto a Michael Jackson cambiarse de color, he visto a la Mona Jiménez contornearse perfectamente y desafinar también perfectamente, he visto a Walter Giardino deslizarse virtuosamente por el diapasón con escalas que Paganini tocó en el violín hace 300 años, he visto a Ricardo Iorio con voz destruida puteando al sonidista, he visto a Osvaldo Civile drogado hasta las uñas, he visto a Salvattore Acardo tocando “La Campanella” con una técnica impecable, he Visto a Callejeros tras una nube de humo, y a Charly Garcia tirarse de un edificio, he visto a Axl Rose moviendo el culo y corriendo 60 metros de escenario, lo he visto a Lito Vitale histérico del sonido y a Fito Paez cantando como una cheta fashion a pedal pero tocando el piano como los dioses, lo he visto a Leon Gieco hablando bien de Violeta Parra y mal de Pinochet para seleccionar su público, a Ricardo Mollo sorprendiéndose con un cassette de Atahualpa Yupanqui, a Raúl Carnota con campera de cuero, a Bruce Dickinson con pantalón bahiano, a Dave Mustaine con camisa a cuadros, a Lars Urlich con muñequeras negras, a Marcos Luc con sombrero, a Suna Rocha con una flor en el pelo, a Slash en cuero, y a Goyeneche con un wisky en la mano.
Pero ayer lo he visto a él, no le hacia falta nada.
Yo he visto a Max Cavalera partiendo el cielo con su voz, y a Riky Maravilla partiendo la tierra con la cabeza, lo he visto a Cesar Palavecino en Operación Triunfo y a Leandro Luizzi destartalando el violín con las estaciones de Vivaldi, he visto a Martha Argerich interpretando a Chopin y a Jorge Luis Carabajal interpretando a su papá Agustín, he visto a Pappo cantándole a su vieja y a Sabina cantándole a sus hijas, he visto a Deep Purple tocando el Himno Nacional Argentino y a Chebere contando 25 rosas, he visto a Peter Gabriel en un escenario con mas luces que la localidad de Juárez Celman y a Luna Monti y Juan Quinteros alumbrados con una dicroica.
Pero ayer lo he visto a él, no le hacia falta nada, todo estaba en su voz, en su mansera tranquilidad de decir lo que otros no pueden, su voz es el torbellino de la tierra partida por el sol que la penetra y preña de sal, la memoria del mistol, la huella de los años, el color amarillo de las siestas y el marrón de la piel, de su voz salia todo el rasgado dolor amargo por el desaparecido compadre Leocadio Torres, en su voz había niños descalzos, mujeres horneando, hombres curtidos por el trabajo campesino. Los acordes de su guitarra, esa madera que llora y canta, hacen volar el pájaro del vino en su humilde tierra caliente "corazón de lechiguana"; y su madre chacarera, diosa de pechos hinchados de leyendas y poesías, tiene el corazón de miel y enero, danza, sangre, piel, bandera, novia y madre de mi pueblo. En su voz…
en su voz…
su voz… me hace llanto y luego besa mis ojos; querido compadre Onofre Paz.

viernes, 27 de junio de 2008

Marroncito vuelve...

Qué duro es sentirse minoría en un país de falsas mayorías.
Qué duro es ver que el gobierno nacional y los ruralistas luchan entre sí cuando son cómplices necesarios del país sojero.
Que duro es recordar que esas cacerolas relucientes, esos estudiantes movilizados y esas familias temerosas del desabastecimiento no salieron a la calle cuando los terratenientes de este siglo XXI expulsaron a familias y pueblos enteros para plantar su soja maldita.
Qué duro es comprobar, con los dientes apretados, y con el corazón desierto y sin bosques, que nadie habló en nombre de los indígenas expulsados de sus territorios, de sus plantas medicinales, de su cultura y de su tiempo para que la soja y el glifosato sean los nuevos algarrobos y los nuevos duendes del monte.
Qué duro es saber que nadie habló en nombre del suelo destruido por la soja y por el cóctel de plaguicidas.
Qué duro es comprobar que muchos productores, gobiernos y ciudadanos no saben que los suelos solo son fabricados por los bosques y ambientes nativos, y nunca por los cultivos industriales.
Qué duro es saber que para fabricar 2,5 centímetros de suelo en ambientes templados hacen falta de 700 a 1.200 años, y que la soja los romperá en mucho menos tiempo.
Qué duro es recordar que el 80% de los bosques nativos ya fue destrozado, y que funcionarios y productores no ven o no quieren ver que la única forma de tener un país más sustentable es conservar al mismo tiempo superficies equivalentes de ambientes naturales y de cultivos diversificados.
Qué duro es observar cómo se extingue el campesino que convivía con el monte, y cómo lo reemplaza una gran empresa agrícola que empieza irónicamente sus actividades destruyendo ese monte.
Qué duro es ver que el monocultivo de la soja refleja el monocultivo de cerebros, la ineptitud de los funcionarios públicos y el silencio de la gente buena.
Qué duro es saber que miles de Argentinos están expuestos a las bajas dosis de plaguicidas, y que miles de personas enferman y mueren para que China y Europa puedan alimentar su ganado con soja.
Qué duro es saber que las bajas dosis de glifosato, endosulfán, 2,4 D y otros plaguicidas pueden alterar el sistema hormonal de bebés, niños, adolescentes y adultos, y que no sabemos cuántos de ellos enfermaron y murieron por culpa de las bajas dosis porque el estado no hace estudios epidemiológicos.
Qué duro es saber que los bosques y ambientes nativos se desmoronan, que las cuencas hídricas donde se fabrica el agua son invadidas por cultivos, y que Argentina está exportando su genocidio sojero a la Amazonia Boliviana.
Qué duro es comprobar que las cacerolas relucientes son más fáciles de sacar que las topadoras y el monocultivo.
Qué duro es comprobar que en nombre de las exportaciones se violan todos los días, impunemente, los derechos de generaciones de Argentinos que todavía no nacieron.
Qué duro es ver las imágenes por televisión, los piquetes y las cacerolas mientras las almas sin tierra de los campesinos y los indígenas no tienen imágenes, ni piquetes, ni cacerolas que los defiendan.
Qué duro es ver la furia ruralista al amparo de reyes sojeros como el Grupo Grobocopatel.
Qué duro es ver el rostro reseco de Doña Juana expulsada, de doña Juana sin tierra, de doña Juana con sus muertos bajo la soja.
Qué duro es ver que se cortan las rutas para que China y Europa no dejen de tener soja fresca, y para que Monsanto no deje de vender sus semillas y sus agroquímicos.
Qué duro es ver con las manos y tocar con los ojos que nadie habló en nombre de los campesinos echados a topadora limpia, a bastonazos y a decisiones judiciales sin justicia para que ingresen el endosulfán, las promotoras de Basf y las palas mecánicas con aire acondicionado.
Qué duro es comprobar que estas reflexiones escritas a medianoche solo circularán en la casi clandestinidad mientras Monsanto gira sus divisas a Estados Unidos, mientras las topadoras desmontan miles de hectáreas en nuestro chaco semiárido para que rápidamente tengamos 19 millones de hectáreas plantadas con soja, y mientras miles de niños argentinos duermen sin saber que su sangre tiene plaguicidas, y que su país alguna vez tuvo bosques que fabricaban suelo y conservaban agua. Muy cerca de ellos las cacerolas abolladas vuelven a la cocina.

Raúl Montenegro. Biólogo. Premio Nóbel Alternativo (Estocolmo, Suecia) Presidente de FUNAM (Fundación para la Defensa del Ambiente) Profesor Titular de Biología Evolutiva en la Universidad Nacional de Córdoba (Argentina)

miércoles, 2 de abril de 2008

Marroncito ausente

Para la bronca de algunos, la desilusión de otros y la alegría de muchos, voy a estar ausente por un tiempo. Escribo esto porque mi webstats me anuncia que entran al blog unas tres mil personas por día.

Para la alegría de algunos, la bronca de otros y la desilusión de casi todos no pienso dejar de escribir, sucede que estoy en mi faceta de músico, en plena grabación de un disco.

Para la envidia de algunos, la desesperación de otros y la angustia auditiva de casi todos, el disco estará listo (eso dicen) para junio.

viernes, 22 de febrero de 2008

La edad de Marroncito

No me pregunten la edad

tengo los años de todos

yo elegí entre muchos modos

ser más viejo que mi edad.

Y mis años en verdad

son los tiros que tiramos

nazco en cada fusilado

y aunque el cuerpo se me muera

tendré la edad verdadera

del niño que he liberado.




Los árboles de La Cañada se llaman “Tipas”, para los biólogos: Tipuana tipu. Originarios de la estrecha franja de selva que se extiende desde el norte de América del sur a la provincia de Tucumán. Córdoba no es su ambiente nativo pero las Tipas de La Cañada se adaptaron muy bien, hasta su corteza negruzca disimula el hollín de los autos. Fueron plantadas en Julio de 1948, en unos meses las Tipas cumplirán 60 años, dándole a Córdoba un toque característico, una sombra característica y frondosa, un aroma inconfundible, un paseo obligado para quien anda… perdido: de día las Tipas son el filtro del sol, dejando pasar apenas hilos de luz que luego se llevará el arroyo; de noche las Tipas son los quietos testigos guardaespaldas mudos de las prostitutas de Güemes. Para mi son la perfección al natural de mis verdugos.

En el año 2003 durante el ridículo, nefasto y acomodado periodo de gestión municipal del inoperante, inadaptado e incivilizado Germán Kammerath, se ordeno mutilar en un tramo de 600 metros decenas de Tipas para mejorar la luminosidad de La Cañada. Gracias a la acertada intervención del presidente de FUNAM, Dr. Raúl Montenegro y al compromiso de muchos que anduvimos por toda la ciudad juntando firmas, se logró el objetivo: acabar con la barbarie. Montenegro dijo en su momento “solo un Municipio descalabrado como el que tenemos puede aducir argumentos tan absurdos para justificar lo que hizo... En cualquier ciudad medianamente civilizada una decisión como esta le habría costado el cargo al Intendente. En Córdoba sus autoridades miran para el otro lado, y tienen el descaro de decir que todo se hizo cumpliendo las normas.”

Sobre La Cañada, entre Deán Funes y 27 de Abril, esta el “Bar las Tipas”, legendario, mítico y salvador para algunos, para la mayoría pasa desapercibido. El color de las paredes es indefinido y en una de ellas hay una foto de la ciudad de New York con las torres gemelas en primer plano. Afuera sobre la vereda hay ocho mesas de plástico rojo y adentro ocho de madera que piden auxilio o un recambio, cada vez que voy a tomar un vino siento que soy muy joven y que llegué tarde para ser parte del bar aunque la colorada ni me pregunta, directamente me trae la botella de vino toro, un sifón de soda y un vaso para hacer la mezcla; en una mesa dos tipos juegan al ajedrez en un silencio mortal y otros cuatro miran sin descanso siguiendo atentos y sigilosos el destino de las piezas que se mueven con mucha precisión después de haber pasado por túneles oscuros de la mente, el pasillo al baño también es un túnel oscuro, la vajilla esta percudida igual que los rostros de los clientes, pero esos detalles no tienen importancia en un bar que no reconoce el marketing o el eslogan, porque no le hace falta. Aquí la muerte se emborracha y se lleva a quien no debía, aquí el tiempo es un milico dictador en portaligas, aquí la nostalgia es eterna y el amor efímero. Aquí se muere Superman, no existen los ídolos, solo tipos de garganta gastada y cabeza afilada, con hechos, con historia. Por estas mesas pasaron los mejores jugadores de ajedrez de Córdoba, por estas mesas… por estas mesas que no dicen nada si vuelco un llanto o un chorro de mayonesa del sándwich, pero esperan, siempre esperan.


Salgo de Las Tipas y pretendo recobrar mis años, mis días, recobrar mi vida y camino por la cañada hacia el sur, (paradójicamente y a la vez traumáticamente hacia el sur por la cañada llegamos al “Parque de la vida”. Nunca llego, de allá se viene, pero jamás se vuelve y por más que intento mi destino es perderme y algún día morir entre las Tipas de La Cañada). Del bar hasta 27 de Abril hay 11 Tipas, cruzo 27 y sigo caminando por la vereda de Plaza Italia, es madrugada de un martes y Córdoba parece abandonada, entre 27 de Abril y Caseros hay 15 Tipas, la Tipa nº 2 y 11 parecen niñas de Somalía al lado de la 4 o la 15 que parecen niñas yanquis bien alimentadas con Hamburguesas, la Tipa nº 6 esta torcida a la mitad del tronco a 90º, que curioso. Al llegar a Caseros cruzo hacia el otro lado de la cañada y camino por la vereda de Plaza de la Intendencia hacia Duartes Quirós: 14 Tipas, la Tipa nº 10 soy yo, torcida hacia la cañada como pidiendo explicaciones, como a punto de caer, pero no me caigo, mis raíces son firmes, pero el día que caiga se va a notar, me saludo mirándome de reojo levantando las cejas y con la boca haciendo la seña del siete de espada, paso rápido quizá porque no quiero descubrir que estoy triste. Cruzo Duartes Quirós, sigo por La Cañada, cuento 12 Tipas y estoy en “X Bar”


Se aproxima mi ocaso, “nos vemos a la oración” decía la etiqueta del Smirnoff que tomaba allá en Praga. Entro a X Bar y Matías sabe que me gusta el “Piel de Iguana” (Smirnoff con soda, y según mi estado de animo le pone o no kiwi).

El X Bar no se diferencia mucho de sus vecinos, adentro la luz es tenue, diría escasa para mi gusto, un día pregunte por “que no hay mas luz” y me respondieron “porque te irías a otro bar”, desde ese día mi gusto cambió, me gusta que el Bar las Tipas este iluminado pero X Bar no. Hay un tipo adinerado al frente mío tomando Mojito y hablando fuerte, las mesas de afuera están repletas de estudiantes, la panza de los estudiantes repletas de cerveza, la cerveza repleta de burbujas, y la cabeza de los estudiantes también mezclado con lo que vieron hoy en la facultad, adentro el aire acondicionado pelea con el calor de la cocina, alguien entra y pide un trago al cual se le pone Ron, me sorprende la cantidad y variedad de botellas de Ron que hay, el tipo piensa un rato, elige una y sale feliz con su trago a la terraza, pienso que quisiera elegir así un destino, salir a La Cañada y dirigirme al sur hasta el “Parque de la vida” o doblar por el boulevard y correr hacia mi nuevo destino. Pero no, en X Bar soy muy viejo para hacer esas cosas y muero todas las noches sin saber mi edad, sin el perdón de mis miedos que ya no me aguantan, sin la bendición de las Tipas que me miran sin piedad pero diciéndole a la Tipa nº 10 “ese sos vos, mirate, torcido como vos, pidiendo explicaciones como vos, duro como vos, plantado hace 60 años como vos”


Mi tumba no anden buscando,

porque no la encontrarán,

mis manos son las que van

en otras manos tirando

mi voz la que está gritando

mi sueño el que sigue entero

y sepan que solo muero

si ustedes van aflojando

porque el que murió peleando

vive en cada compañero.



Milonga del fusilado (Pepe Guerra)




miércoles, 13 de febrero de 2008

Marroncito en la cima de la cultura

Me decidí una semana antes, la Romi ya tenía todo listo, el viaje que ella tanto había esperado y que lo tenía bien merecido, Latinoamérica. Ella es de viajar mucho, yo no, y los viajes que hice es porque ella me llevó; me cuesta dejar mi comodidad mundana y materialista: la compu, los discos, la guitarra, el violín; me gusta llegar a casa tomar una cerveza, tocar el violín y componer, escribir, estudiar y grabar, todo lo alcanzo estirando la mano y toda mi vida se resuelve a dos metros de distancia. La Romi me cuelga la mochila con 30 kg. y me lleva al Champaqui, a Uruguay, a dar una vuelta por Europa y sin un mango, etc. Esta vez me preguntó: - ¿por que no venís conmigo a recorrer algunos lugares de Latinoamérica?.

"Sorojchi" es como le dicen al apunamiento allá en la altura; a los collas le dicen “papachos”, y a las collas “mamitas”. En la “Isla del sol” en el “Lago Titicaca” a mas de 4000 mts. de altura llegamos con la Romi.

Paramos en unas cabañas las cuales administraba una “mamita” que a simple vista rondaba los 40 años, solo bastaba ver las condiciones en las que se vive, donde la naturaleza te explota brutalmente en los ojos de la forma mas agreste, solo bastaba acercarse a ella, a sus ojos rasgados, a su piel curtida, a su ancestral vinculación eterna con la tierra y el cielo, charlando con ella me entere que era mas joven que yo, 27 años, solo bastaba estar cerca de sus facciones para enterarme que era una mujer hermosa, “corajuda hembra animal” dice Ramiro Gonzalez y encaja perfecto; un torbellino de tierra y belleza, de la expresión mas sublime de la naturaleza mezclando ternura y dureza, ella no paraba de reírse de mi apunamiento, y yo quería reír con ella pero sentado en aquella silla no había forma de levantar mis pómulos para ofrecer una sonrisa, mi espalda como una piedra y mis pulmones un par de niños drogándose con fana, pero esto no fue nada comparado con lo ocurrido de noche.

Llegamos de un paseo alrededor de la isla, nos metimos en la cabaña y meta guitarra, vino, sopa, mate, y cacería de mosquitos, si si, Marito, el Pollo y yo intentamos matar un mosquito al mismo tiempo y terminamos el Pollo y yo en el piso, después de recibir una trompada de Marito, queremos creer que era dirigida al mosquito, en ese instante empecé a sentir el bendito “Sorojchi”, algo parecido a lo que sería una patada en el pecho proporcionada por el “Chipi Barijho”, tenía cerradas las vías respiratorias de tal forma que decidí ir a recostarme a mi pieza e intentar dormir si me lo permitía el dolor; la Romi dormía plácidamente a mi lado, y en la pieza contigua la Meme, la Aye, Marito y el Pollo, seguían con la guitarra y cantaban como si estuvieran en un fogón en una playa a la orilla del mar, pero no, estábamos en la Isla del sol en el Lago Titicaca a 4200 mts. aunque ellos cantaron toda la noche desde “Demoliendo hoteles” hasta “Don’t cry”, como hicieron? no lo se, yo me sentía como en la película Trainspotting hundiéndome en la cama, no justamente por la heroína si no mas bien por el susodicho Sorojchi.

En ese memento empecé a sentir calor y al intentar sacarme el pulóver el corazón se aceleró hasta que parecía que quería explotar, de pronto sentí frío, mucho frío y un dolor parecido al frío, ese frio que duele, la desperté a la Romi y ella se asustó mucho; soy propenso al infarto, mi viejo tiene dos “Sten” metidos en las arterias y me dijeron que eso es hereditario, mientras la Romi salió corriendo y llorando buscándolo a Marito (que es casi médico, le faltan unas materias según él y todos) yo me quede en la cama helada y pensaba: menos mal que la Romi no me pidió que hiciéramos el amor si no estaría muerto, muerto pero feliz, porque habría muerto haciendo el amor en la Isla del Sol, donde la naturaleza es atropelladamente impactante, con un lago Titicaca azul cristalino, de fondo unas montañas nevadas, y el cielo con unas estrellas que te golpean los ojos de tanta luz y titileo. No hicimos el amor.

Sorojchi es como le dicen al apunamiento, ¿valió la pena? ni se pregunta.

Al otro día cruzamos en bote hasta Copacabana y de allí nos fuimos a Cusco y Macchu Picchu, pero esa es otra historia.