viernes, 27 de junio de 2008

Marroncito vuelve...

Qué duro es sentirse minoría en un país de falsas mayorías.
Qué duro es ver que el gobierno nacional y los ruralistas luchan entre sí cuando son cómplices necesarios del país sojero.
Que duro es recordar que esas cacerolas relucientes, esos estudiantes movilizados y esas familias temerosas del desabastecimiento no salieron a la calle cuando los terratenientes de este siglo XXI expulsaron a familias y pueblos enteros para plantar su soja maldita.
Qué duro es comprobar, con los dientes apretados, y con el corazón desierto y sin bosques, que nadie habló en nombre de los indígenas expulsados de sus territorios, de sus plantas medicinales, de su cultura y de su tiempo para que la soja y el glifosato sean los nuevos algarrobos y los nuevos duendes del monte.
Qué duro es saber que nadie habló en nombre del suelo destruido por la soja y por el cóctel de plaguicidas.
Qué duro es comprobar que muchos productores, gobiernos y ciudadanos no saben que los suelos solo son fabricados por los bosques y ambientes nativos, y nunca por los cultivos industriales.
Qué duro es saber que para fabricar 2,5 centímetros de suelo en ambientes templados hacen falta de 700 a 1.200 años, y que la soja los romperá en mucho menos tiempo.
Qué duro es recordar que el 80% de los bosques nativos ya fue destrozado, y que funcionarios y productores no ven o no quieren ver que la única forma de tener un país más sustentable es conservar al mismo tiempo superficies equivalentes de ambientes naturales y de cultivos diversificados.
Qué duro es observar cómo se extingue el campesino que convivía con el monte, y cómo lo reemplaza una gran empresa agrícola que empieza irónicamente sus actividades destruyendo ese monte.
Qué duro es ver que el monocultivo de la soja refleja el monocultivo de cerebros, la ineptitud de los funcionarios públicos y el silencio de la gente buena.
Qué duro es saber que miles de Argentinos están expuestos a las bajas dosis de plaguicidas, y que miles de personas enferman y mueren para que China y Europa puedan alimentar su ganado con soja.
Qué duro es saber que las bajas dosis de glifosato, endosulfán, 2,4 D y otros plaguicidas pueden alterar el sistema hormonal de bebés, niños, adolescentes y adultos, y que no sabemos cuántos de ellos enfermaron y murieron por culpa de las bajas dosis porque el estado no hace estudios epidemiológicos.
Qué duro es saber que los bosques y ambientes nativos se desmoronan, que las cuencas hídricas donde se fabrica el agua son invadidas por cultivos, y que Argentina está exportando su genocidio sojero a la Amazonia Boliviana.
Qué duro es comprobar que las cacerolas relucientes son más fáciles de sacar que las topadoras y el monocultivo.
Qué duro es comprobar que en nombre de las exportaciones se violan todos los días, impunemente, los derechos de generaciones de Argentinos que todavía no nacieron.
Qué duro es ver las imágenes por televisión, los piquetes y las cacerolas mientras las almas sin tierra de los campesinos y los indígenas no tienen imágenes, ni piquetes, ni cacerolas que los defiendan.
Qué duro es ver la furia ruralista al amparo de reyes sojeros como el Grupo Grobocopatel.
Qué duro es ver el rostro reseco de Doña Juana expulsada, de doña Juana sin tierra, de doña Juana con sus muertos bajo la soja.
Qué duro es ver que se cortan las rutas para que China y Europa no dejen de tener soja fresca, y para que Monsanto no deje de vender sus semillas y sus agroquímicos.
Qué duro es ver con las manos y tocar con los ojos que nadie habló en nombre de los campesinos echados a topadora limpia, a bastonazos y a decisiones judiciales sin justicia para que ingresen el endosulfán, las promotoras de Basf y las palas mecánicas con aire acondicionado.
Qué duro es comprobar que estas reflexiones escritas a medianoche solo circularán en la casi clandestinidad mientras Monsanto gira sus divisas a Estados Unidos, mientras las topadoras desmontan miles de hectáreas en nuestro chaco semiárido para que rápidamente tengamos 19 millones de hectáreas plantadas con soja, y mientras miles de niños argentinos duermen sin saber que su sangre tiene plaguicidas, y que su país alguna vez tuvo bosques que fabricaban suelo y conservaban agua. Muy cerca de ellos las cacerolas abolladas vuelven a la cocina.

Raúl Montenegro. Biólogo. Premio Nóbel Alternativo (Estocolmo, Suecia) Presidente de FUNAM (Fundación para la Defensa del Ambiente) Profesor Titular de Biología Evolutiva en la Universidad Nacional de Córdoba (Argentina)

8 comentarios:

Pablo Omar Palmeiro dijo...

Y no te olvides de decir que "es duro recordar que cuando sucedio todo eso, tampoco nadie escribio nada al respecto en un blog." Es muy simple izar banderas defendiendo causas pasadas. Cuando en el futuro se hable de ésta causa, yo voy a tener la conciencia limpia de que equivocado o no, participe e hice algo. Pero hablar de cosas pasadas que ya no tienen solucion? No, eso es falso involucramiento.
Que el pais sea sojero, no es malo. La soja destruye los campos, pero si se los cultiva unicamente con soja durante años. En nuestro pais se practica la rotacion de cultivos, ya que la soja se planta a contracosecha con el trigo y el maiz. No todo es BLANCO o Negro, Campo o Cristina, River o Boca. Existen otros tonos, otras opciones, y muchas son intermedias, otras son totalmente distintas, pero hay mas opciones! Dejemos de BIPOLARIZAR todo y ahi vamos a empezar a avanzar como pais. El dia que dejemos de mirar de que vereda caminamos y empecemos a mirar si caminamos todos para el mismo lado, ese dia vamos a empezar a avanzar como pais.

Anónimo dijo...

Bueno.
Seguí escribiendo "Marcas pedorras" que me haces reir mucho.

Festival Resonante dijo...

"pasen y vean que lindas tolderías"
"Juegos low fi para mundos 2.0"
El concurso de obras artísticas en blogs del Festival RESONANTE

El Festival Resonante te invita a participar del concurso de obras artísticas en blogs "Juegos low fi para mundos 2.0". Queremos proponerte que desde tu propio espacio en el mundo blogger, flogger y la red en general crees una obra artística.
En la obra que realices para "Juegos low fi para mundos 2.0" podes contar desde tu propia perspectiva que es para vos la “interacción”.
Las bases del concurso en:

www.resonantefestival.blogspot.com
www.fotolog.com/festiresonante
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POR FAVOR DIFUNDIR!!!!!!!!!!!!!!!!!

Jorgelina Mandarina dijo...

No se bipolariza nada, donde leyo taitapop que se practica rotacion de cultivos??

Aca en Entre Rios la mayoria de los campos sojeros cultivan lo mismo desde hace mas de 10 años...

Y si es una cosa o la otra, porque sino, ahi si, que te estas haciendo panqueque...


De acuerdo con usted marroncito. muy de acuerdo...

Saludos, jor...

Jorgelina Mandarina dijo...

La vida.. de un lado para otro mirando blogs llegué a este.

Preciosas creaciones realiza usted y su compañia.

Un abrazo desde parana entre rios.

Anónimo dijo...

Por un momento pensé que todo era obra suya x_x

Nardo dijo...

"Y no te olvides de decir que "es duro recordar que cuando sucedio todo eso, tampoco nadie escribio nada al respecto en un blog"

TaitaPop no lee muchos blogs

"En nuestro pais se practica la rotacion de cultivos"

TaitaPop no lee muchos diarios.


"El dia que dejemos de mirar de que vereda caminamos y empecemos a mirar si caminamos todos para el mismo lado, ese dia vamos a empezar a avanzar como pais"

TaitaPop en estas lineas tuvo razon.

Nardo dijo...

convengamos que no fue una deduccion digna de un detective, pero tenia ganas de darle el credito.

eman, solo leo tu blog, asi que imaginate cada cuanto estoy leyendo, che culiado!!!!!!!